Mermeladas vivas sin azúcar añadida

Mermeladas vivas sin azúcar añadida

Si nos proponemos encontrar en el mercado una mermelada realmente saludable, que no esté cargada de azúcar o de algún otro tipo de endulzantes artificiales, de espesantes y que además conserve el oxígeno de la fruta, sus vitaminas y enzimas, lamentablemente nos será realmente difícil hacerlo.

Sin embargo, hay alternativas fáciles, rápidas, saludables y no por ello menos sabrosas para hacer de modo totalmente casero, con pocos ingredientes y que, además nos durarán muchos días conservadas en un frasco de cristal en la nevera.

La falacia de las Mermeladas

Si indagamos un poquito en la historia, podemos encontrar sin demasiada dificultad, que las mermeladas nacieron como un mero “método de conservación” de la fruta ante el excedente que trajo el dominio de la agricultura. Cuando un árbol estaba en su época de dar frutos, había tal abundancia que el hombre con su inmensa imaginación se las acabó ingeniando para poder aprovechar esa fruta, en épocas que no eran propias del árbol.

¿Y como logró esto? cocinando y “saturando el medio de azúcar” para que las bacterias que degradan la fruta no puedan proliferar y, por ende, no pueden pudrirla. Así pasamos de comer una fruta fresca en su época, a poder disfrutar de ella en casi cualquier momento del año en forma de mermelada.

Pero claro, esta forma de conservación estaba muy bien en tiempos de escases pero, además de que hoy la realidad es muy diferente a la de aquella época, también acarrea dos problemas que con la fruta fresca no había y son: la pérdida de oxígeno, vitaminas y enzimas (al cocinarla) y el aumento excesivo de azúcar del producto final que no deseamos en absoluto.

Para evitar estos problemas asociados, tenemos alternativas más que interesantes que nos brindan todo el sabor de la fruta deshidratada sin renunciar a sus principales nutrientes.

Ingredientes:

  • 1 taza de higos o ciruelas pasadas u orejones
  • 1 tazas de zumo de naranja exprimido
  • 2 clavos de olor (es importante pero no imprescindible)
  • 1 pizca de sal del Himalaya
  • Unas gotas de esencia natural de vainilla

Preparación:

Partir a la mitad los higos, ciruelas u orejones y activarlos (ponerlos en remojo) con el zumo de las naranjas o mandarinas exprimidas y los clavos de olor durante al menos 3 o 4 hs

Pasado este tiempo, quitar los clavos de olor y pasar los ingredientes activados a la batidora y batirlos hasta obtener una consistencia de mermelada

¡Listo, a disfrutarlas!

Nota: Esta mermelada se conserva durante días, incluso hasta 2 semanas si la conservamos en un bote de cristal cerrado en la nevera.


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